La conservación de suelos avanza con la sinergia público privada
21/05/2021
El departamento Tercero Arriba es una zona pionera en la conformación de consorcios de conservación de suelos. Más de 50 mil hectáreas ya están sistematizadas. Guillermo Rosiano es productor y consorcista, y nos cuenta desde su experiencia el trabajo realizado.
En todo el territorio de la provincia de Córdoba son 35 los consorcios de conservación de suelos que trabajan para el cuidado de este recurso. El área de cobertura supera el millón y medio de hectáreas y de ese número, 250 mil está completamente sistematizadas.
El departamento Tercero Arriba es una de las zonas pioneras en la conformación de estos entes integrados en su totalidad por productores agropecuarios. Es bajo la tracción del Ministerio de Agricultura y Ganadería, a través de la Dirección de Conservación de Suelos y Manejo de Agua, que se impulsa y ayuda para la creación de los mismos.
Además del registro y la personería jurídica para los consorcios, se facilita el funcionamiento, con la entrega de aportes financieros para la etapa administrativa y logística y también de maquinarias para avanzar con trabajos de infraestructura, tanto prediales como intraprediales.
«Más allá de lo financiero y de la maquinaria, también constituye un apoyo moral para los productores que se deciden a comenzar. Hay que agregar que existe también una línea de créditos para aquellas personas que desean llevar a cabo obras de sistematización», explicó el productor y consorcista Guillermo Rosiano que integra el consorcio Santa Catalina.
Esta entidad se suma a otras 4 (Santa Teresita, El Viejo Algarrobo, Oliva y Asna-AcequiónPampayasta Norte), que trabajan en el departamento Tercero Arriba. Sin la sinergia y la interacción entre lo público y lo privado, el avance en materia de conservación de suelos en Córdoba, no sería posible.
El compromiso de los productores
«La conformación de consorcios es un fiel reflejo del trabajo mancomunado de los productores en pos de objetivos comunes. Cabe destacar la necesidad de su compromiso para avanzar con las obras, tan necesarias para cuidar los recursos y la producción», subrayó Rosiano.
«Históricamente, los suelos de esta zona del departamento Tercero Arriba han sufrido una agriculturización y mecanización de monocultivos, provocando un deterioro importante de los suelos que se traduce en la pérdida de la capacidad de infiltración. Cada vez son más intensos los eventos, por lo que se requieren acciones más complejas», detalló el productor.
Antes de comenzar las obras, es necesario la conformación del consorcio, para lo cual es necesaria una resolución de la Secretaría de Agricultura. Cumplido este paso administrativo, los productores proyectan los trabajos. “En esta zona primero avanzamos en la construcción de microembalses en la zona alta, cuando concluyamos seguiremos con los demás problemas. A la rotación se le suma la sistematización, es decir en los lotes la realización de sistemas de terrazas (en algunos lugares paralelas, en otros a nivel según la pendiente) y así se logra que el agua no salga del lote. Esto genera más agua disponible para la producción y evita excedentes en las obras de infraestructura produciendo daños».
Con esta secuencia de tareas en los campos, se cuida el capital productivo y se logran mejores rindes, por la mayor disponibilidad de agua.«La técnica y la tecnología está disponible y probada. Lo necesario es visualizar bien la problemática para actuar en consecuencia. Cuando se visualiza el problema, de alguna forma se le busca la solución», concluye el productor.
En el norte ya se trabaja de manera integrada
Días atrás, se entregaron aportes por 27 millones de pesos, al Consorcio de Gestión Integrada de Cuencas Río Jesús María-Río Pinto, para completar 12 microembalses de retardo. Este es el primer organismo en su tipo dentro de la Provincia y el objetivo al cual se apunta en todas las regiones, ya que aúna los esfuerzos de los consorcios camineros, canaleros, de regantes y de suelos.
Su mirada integrada, promueve el manejo coordinado y racional de los recursos naturales de la región mediante planes, programas, proyectos y obras orientadas a la resolución de la problemática hídrica, agropecuaria y de infraestructura.
Este mismo modelo que ya funciona en el norte, es el que se pretende aplicar en la zona de Tercero Arriba, que es pionera en la conservación de suelos.
